En menos de un año, Elizabeth Holmes ha pasado de ser la nueva 'Steve Jobs', la mil millonaria "hecha-a-sí-misma" más joven del mundo y un ejemplo para todas las niñas del planeta a ser sencillamente un fraude. Esta es su historia.
Una historia que comienza en 2003 cuando una chica de 19 años decide dejar la Universidad de Stanford (donde había empezado a estudiar ingeniería química) para, animada por su profesor, crear una empresa con la que desarrollar una idea: la idea de los diez mil millones de dólares.
Una gota de sangre

La idea era sencilla pero revolucionaria: crear un dispositivo manual que permitiera hacer análisis de sangre en tiempo real. Digo que era revolucionaria porque los análisis de sangre son, incluso hoy en día en pleno boom de la neuroimagen y la medicina nuclear, "las gafas más potentes de la medicina". La industria del análisis de sangre es una de las industrias clave de la medicina contemporánea y alguien con la capacidad para cambiarla valía su precio en oro.
Una década después, Fortune valoraría Theranos (una fusión entre 'therapy' - terapia - y 'diagnosis' - diagnóstico) en más de 9000 mil millones de dólares y Forbes diría que Holmes, con el 50% de las acciones, era "la mil millonaria hecha-a-sí-misma más joven del mundo". Pero no nos adelantemos.
Al principio, fue el miedo a las agujas

Holmes no era una joven cualquiera. Si hemos de hacer caso a su currículum, pasó la mayor parte de su adolescencia en China y antes de Theranos ya había creado una compañía de software que operaba en todo el sudeste asiático. Trabajó en un laboratorio de Singapur donde ayudó a desarrollar un 'chip de ADN' o microarray (una especie de microlaboratorio del tamaño de un chip) para detectar el SARS. El virus del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) acababa de aparecer en Cantón en 2002 y se había expandido por buena parte de Asia arrastrando una tasa de mortalidad de casi el 20%.
Allí fue cuando, Holmes lo vio claro. No es que tuviera mucha idea sobre biología cuando comenzó las prácticas en aquel laboratorio pero en seguida se percató de que aquellas tecnologías tenían un potencial enorme. Su miedo por las agujas hizo el resto.
Desde aquel día de 2003 hasta hoy, Theranos ha cambiado mucho. Lo que parecía una empresa de software (el core del proyecto inicial tal como aparece en los primeros proyectos era fundamentalmente el software) se convirtió en una extensa red de punto de extracción y laboratorios. Todo con el sello de la empresa: lo que algunos llamarían 'discreción' y otros, directamente 'secretismo'.
"La cultura de la compañía es que la confidencialidad es la esencia de su existencia", dijo Holmes en una ocasión. Hoy sabemos por qué, pero durante muchos años lo cierto es que nadie se extrañó. En un mercado sanitario cuyo gasto parecía no tener fin, la biotecnología era un sector en auge y mantener en secreto una tecnología millonaria podía ser clave en el éxito de la compañía.
Y les funcionó. Durante la primera década de existencia, la promesa de integración nanobiotecnológica de Theranos levantó millones de dólares con bastante discreción. Para hacernos una idea de esto, basta con señalar que en el mundo startupil de Palo Alto lleno de congresos, actos y presentaciones, su primera declaración pública de importancia fue en marzo de 2009.
Una empresa que puede cambiar todo el sistema de salud

Ese fue el comienzo del éxito. En julio de 2010, Theranos notificó a la Securities and Exchange Commision (algo así como la Comisión Nacional del Mercado de Valores americana) que había conseguido 45 millones de dólares en financiación.
Una vez hechos los deberes financieros, Holmes se volcó en atraer prestigio político y empresarial. En julio de 2013, Theranos fichó a Richard M. Konacevich, antiguo director ejecutivo de Wells Fargo (el cuarto banco más grande de Estados Unidos) que se sumaba a personajes como Henry Kissinger en su consejo de administración. Dos meses después, la compañía firma el mayor acuerdo comercial de su historia. Con Walgreens, que con 8177 establecimientos, es la segunda cadena de farmacias más grande de EEUU. Los directivos de Walgreens se dieron cuenta de que permitir a sus clientes hacerse análisis de sangre en sus propias tiendas podía ser un negocio tremendamente rentable y arrancaron con 40 establecimientos en Arizona.
Pero eso no era nada. 2014 fue el año clave de Theranos y de Elizabeth Holmes. Hasta 2013, la compañía había sido relativamente discreta. Pero en 2014, todas los grandes medios americanos empezaron a hablar de "la gran promesa biotecnológica". La TEDMED, la conferencia TED dedicada a la salud, la invitó a dar una conferencia. Theranos tenía 400 millones de fondos y la valoración se acercaba a los 9.000 millones de dólares. Para el doctor Delos M. Cosgrove, presidente de la Clínica Clevelan, Theranos tenía el potencial de darle la vuelta a todo el sector.
Algo huele a podrido en Palo Alto

En febrero de 2015, un editorial del Journal of the American Medical Association escrito por John Ioannidis (profesor de Stanford y uno de los mayores expertos en la calidad de la evidencia científica) criticó duramente a Theranos por llevar más de una década "cambiando totalmente el sistema de salud" sin publicar ni un solo artículo en alguna revista biomédica.
En lo que algunos interpretan como una respuesta, unos meses después, Theranos envió uno de sus tests (para detectar una infección de herpes simple) ante la FDA; ésta lo aprueba. Lo que parecía un éxito enrome, fue el principio del fin. El Wall Street Journal comenzó a investigar y descubrió que pese a que la compañía comercializaba decenas de tests, hasta ese momento ningún otro había sido aprobado por las autoridades.
El reportaje, escrito por John Carreyrou, vio la luz en octubre de 2015. Para ese momento, las dudas sobre la gran promesa de la biotecnología se acumulaban. La FDA no tardó ni 24 horas en suspender temporalmente la actividad de Theranos.
Desde ese momento, los informes se fueron sucediendo: el 25 de enero de este año salió uno del centro de gestión de Medicaid y Medicare (los dos grandes programas de cobertura sanitaria del país); el 31 de mayo, uno del regulador federal; el 18 de abril, de la fiscalía general. Todos fueron negativos. No sólo la mayoría de sus tests eran poco fiables y válidos; sino que los que sí funcionaban se hacían con tecnología comprada a Siemens. Una vez roto el secretismo, la revolución de Theranos no era mucho más que una pantomima muy bien ejecutada.
La semana pasada, el 7 de julio para ser exactos, se anunció una sanción de más de 10.000 dólares al día, se revocó la certificación de sus laboratorios y se inhabilitó a Elizabeth Holmes para tener o dirigir un laboratorio durante los próximos dos años.
La chica de los diez mil millones de dólares se había quedado en nada.
Más allá de Theranos

En realidad, la historia de Holmes y su empresa refleja una de las grandes tensiones que el desarrollo tecnológico está originando: los tiempos y las lógicas del venture capital no son los tiempos y las lógicas de la investigación básica.
Es más, el sistema está lleno de incentivos perversos que no sólo afectan a la tecnología y a la sociedad, sino también a ideas tan aparentemente sencillas como la verdad y la mentira. Holmes y Theranos son un ejemplo perfecto de los riesgos que la transformación del mundo puede ocasionar. Pero también constituye un enorme estudio de caso sobre el que reflexionar y trabajar para aspirar a un mejor futuro biotecnológico.
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Miquel Alfonso
No es ni el primer ni el único fraude en este sector.
El estilo de Palo-Alto (grandulcuente, vende-humo, ) funciona muy bien en el sector de productos de consumo pero es contraproducente en el area biosanitaria ya que antes o después vas a tener que enseñar tus datos ya sea porque la gente que tiene que comprar o recomendar tus productos necesitan una evidencia clara, ya sea porque el regulador no aprueba nada sin b ase científica clara..
Personalmente estoy hasta las narices de que la gente del sector tecnológico utilice la salud como herramienta de auto-promocion y marketing. La investigación y el desarrollo en el ámbito biosanitario son complejos y ocurren muy lejos de las oficinas de los CEOs de Silicon Valley:
A los medios les encanta hablar de esas empresas tecnológicas que supuestamente investigan o desarrollan nuevos productos . Es todo aire y no es cierto, las start-ups solidas del campo de la salud no son englobase con las de la tecnología de consumo se parecen como la velocidad al tocino. Y las grandes empresas de Palo Alto NO ponen recursos en el campo sanitario sino esperan un retorno a corto plazo, la gran mayoría de casos el retorno es puro marketing y esos recursos que han destinado son ridiculos.
La industria Biosanitaria requiere mucho mas tiempo y medios que otros sectores, ya sea por limitaciones éticas, de acceso a muestras humanas, o simplemente porque en el ámbito biosaitario es de extremada importancia comprobar una y mil veces las hipótesis y reproducir los resultados ya que al final afecta a la vida y salud de las personas de forma directa.
Por esa razón la investigación realmente relevante ocurre en instituciones sin animo de lucro. universidades habitualmente financiadas con fondos públicos. Puede que esto no sea tan sexy como una rueda de prensa con Erich Smith diciéndonos que el solito va a curar el Alzheimer pero sin duda es mucho mas fiable y seguro.
Instituciones como laJohns Hopkins University en Baltimore por poner un ejemplo (Es una de las mas reconocidas dentro de las americanas) tienen 35.000 trabajadores en su campus sanitario. Y cuentan con factores contra los que una empresa privada no puede competir:
1- La institucion no tiene animo de lucro y sus trabajadores no se tienen que preocupar de generar beneficios económicos su única preocupación es producir ciencia para generar prestigio ya que de esta forma les es mas fácil conseguir fondos para nuevos proyectos.
2- A todos los humanos nos mueve el dinero de una u otra forma, seguro, pero a unos mucho mas que a otros: la gente del campo sanitario, por regla genérica, considera el dinero algo mas secundario. No digo con esto que siempre se muevan por razones nobles, muchos se mueven x el ego personal y el estatus social que este tipo de trabajo puede llegar a reportar.
Si uno mira las grandes empresas del sector que pueden o podrían considerarse start-ups la gran mayoría han salido de salas de reuniones y laboratorios de instituciones como la ya mencionada.
Este tipo de persona que ha salido como una seta, que se le ocurrió una idea después de trabajar 2 años en el sector NO EXISTE: La cura de aprendizaje en ciencia es muy larga, aunque seas un genio en dos años te ha dado tiempo de estar en 3 o 4 proyectos decentes como mucho y en esos primeros años todo lo que vives es frustración porque todo es demasiado lento, demasiado burocrático y demasiado político.
Puede que haya excepciones, pero son las menos. Las star-ups medicas que funcionan se suelen fundar por un grupo mixto de personas con conocimentos científicos por un lado y de negocios por el otro. Y al menos en el lado científico las personas suelen tener décadas de experiencia a sus espaldas.
La GRAN EMPRESA sin duda alguna que ppodría compararse con el Facebook o el Amazon, en el campo biomédico y que drásticamente esta cambiando la medicina para siempre es Ilumina Inc.. (Una compañía que fabrica secuenciadores de ADN,) esta compañía salió de la Tufts University y la tecnología que utilizan no hubiese sido posible sin el influjo de dinero del que el proyecto del Genoma Humano supuso para el Departamento de Genética Humana de la Tufts University.
Si es cierto que como toda empresa utilizan el marketing etc, etc, pero nunca veras a sus CEOs con ese estilo Zuckerbergesco no tiene lugar en este sector y ese tipo de compañías siempre acaban mal.
Un buen ejemplo de otra compañía que actuar de una forma similar es 23 and me. Esta compañía es propiedad de uno de los fundadores de Google. Son unos kits de ADN que te dan una aproximación probabilistica de padecer enfermedades.
A) Por un lado como les ha dicho la FDA multiples veces sus aproximaciones se alejan drásticamente de la realidad. Yo me dediqué 5 años al estudio genético de la Enfermedad de Crohn en una gran institución Americana, resulta que la variación genética que usaban para acercar la probabilidad de Crohn era de risa.
Sencillamente no querían pagar los royalties de las 3 variaciones que estaban mas que demostradas.
b) No hay un consentimiento informado claro y la compañía se esta vendiendo tu información genética a terceras compañías con el riesgo que eso entraña.
Javier Jimenez
Esto me recuerda mucho el caso de Gowex...y como a costa de vender promesas y falsear datos se financian algunas empresas.
En este caso puede que el mercado e inversores ejerzan sus presiones y fuercen a tener resultados. Frente a esas presiones, los directivos deciden sacar productos sin terminar, que no funcionen bien o que son de otras empresas...
La investigación necesita su tiempo; poniendo plazos ajustados y presiones pasan cosas como estas.
theinquirer
Ahora mismo en Murcia, existe una empresa llamada GRAPHENANO... dedicada en teoría al mundo de los nanotúbulos de carbono... que es todo un ejemplo punto por punto, de lo que son estos grandes "bluff" y empresas fantasma.
En mi opinión... esta empresa es una FÁBRICA DE TÓNER, ni mas ni menos (y del malo, sime apuran).
ciudadwifi
Aquí el problema no es de tiempos (tuvieron más de una década) y no consiguieron nada en todo ese tiempo, ni tal... sino son otros. Por ejemplo como era mujer, pues eso hizo que tuviese una repercusión que de otra forma era poco probable que tuviese (empresas de biotecnología hay muchas y la mayoría muchísimo más prometedoras)... Y es que aunque se siga que las mujeres tienen menos posibilidades (dificultades en algunos sectores si tienen, pero como los hombres en otros), en estos campos, todo lo contrario: una mujer bonita tiene la mitad echo o más, y llora un poco y lo tiene todo... y salvo que se pase del límite, pues todos encantados. Lo que le pasa a muchas es que viendo que se pueden aprovechar, pues acaban aprovechándose demasiado y eso acaba creando rechazo.
Después, también hay de especulación junto a ignorancia: como se hablaba de la empresa, y se vendió como que lo iba a cambiar todo (cuando la tecnología estaba casi ahí, aunque muchos lo desconocían: como lo demuestra que ellos mismos compraron a Siemens tecnología base... tecnología desarrollada antes)... y eso podría implicar ganar muchísimo dinero en el futuro... pues muchos, sin conocer el sector, pues pensando que si sabían, pues metieron dinero y dinero. No es casualidad que si tenía tanto potencia, pues que la "competencia", concretamente otras farmacéuticas, empresas de tecnología médica (como la comentada Siemens, Philips, HP y tantas otras) y similares, pues no invirtieran ni un duro... porque estas si conocen su mercado y si tenía pinta de que realmente tenía potencial, pues hubiera soltado un cheque muy gordo hace años y años (mientras el precio fuera bajo).
Pero decir lo anterior es políticamente incorrecto y siempre hay que echar la culpa a terceros que no tienen nada que ver, pero como no se van a defender... pues es lo fácil. Además, aquí está metido por medio una mujer y pobre del que se atreva a decir que es una estafadora, cuentistas o lo que sea, porque te comen.
Justo esta es un ejemplo de porque artículos como el vuestro de hace poco: la tecnología necesita más mujeres para una nueva edad de oro... pues es una tontería. Hay mujeres y muy capaces, realmente algunos de los mejores cerebros en muchas ramas de la ciencia son mujeres y tienen su buena visibilidad, pero como no son feministas radicales, pues son igual de poco conocidos que sus contrapartes masculinos... porque cuanta gente conoce quienes son los mejores genetistas por ejemplo de España? solo la propia comunidad científica. No es poner mujeres, es que se elija a los mejores cerebros, independiente de que sea un hombre o una mujer. Sino lo único que consigues es charlatanes como esta tipa, que si no hubiera sido ella, pues todo hubiera saltado hace años y no llegaría a la dimensión que llegó.
hasta luego
pcaballero
Fantástico artículo, Javier. En el 85% de las ocasiones que veo un artículo de xataka que me encanta, tu eres el "culpable".
Viviendo en el mundo de las startups biotech (en mi caso, de eHealth), comparto con vosotros algunas impresiones.
- Cómo hombre, me parece que decir que ser mujer ayuda en el mundo de los negocios es erróneo, desgraciadamente. Vivimos en una sociedad machista, y ser mujer no ayuda en prácticamente nada.
- En todos los sectores se vende mucho humo, y el biotech no es una excepción. La empresa de esta mujer simplemente lo vendió mucho mejor que las demás. Y hay ejemplos a raudales: alimentos saludables que no lo son, coches limpios que contaminan, ropa de marca que se estropea en unos lavados, cosméticos con bisfenol A....
- Se investiga mucho y bien en startups tecno y biotecnológicas, y al que diga lo contrario le invito a pasarse por mi empresa, Hygea Salud y Nutrición.
- Toda investigación se apoya en otras anteriores (de financiación pública o privada). Obviamente, la investigación básica se desarrolla más en la pública y la aplicada en la privada.
- Si queréis un ejemplo de investigación interesante en biomedicina en España, la semana que viene se lanzará en kickstarter una campaña para apoyar el desarrollo del primer sistema del mundo de nutrición personalizada para pacientes oncológicos.
Saludos y felicidades de nuevo por el artículo.
warp68
Las puntocom de los noventa no enseñaron nada a nadie. El hype lo es todo: hazte rico sin tener nada que vender más que promesas y castillos en el aire.
rebootedc
Con el método científico, se dió de bruces la vende-humo esta. En sanidad no hay betas posibles.
Recomiendo ver, para ilustrarse, la segunda temporada de The Knick.
marginboy
Más material para Mike Judge y su serie Silicon Valley...
niidea
"Lo que parecía un éxito enrome..."
melo0on
La existencia humana siempre ha tendido a creer en palabras por encima de los hechos. Somos así de borregos...
Véase la religión, los dictadores o los políticos... Ahora es la época de los gurús tecnológicos y los coaches personales.