España es el octavo país europea que más medicamentos produce (cuota del 5,4%) y el cuarto con más empleos industriales farmacéuticos (6% del total continental). Dos de las diez regiones con más empleo del sector farmacéutico se hallan en nuestro país: Cataluña (segunda, solo por detrás de Lombardía con 24.000 trabajadores directos) y Madrid (octava con 13.000). Ambas concentran el 81% de la producción; el 69% de la inversión en I+D y el 71% de los empleos.
Ayer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presumía de la industria farmacéutica en la visita a la planta zaragozana del laboratorio suizo, Novartis. Sánchez elogió su "enorme caudal de esperanza en la lucha contra el cáncer", así como a la ciencia, la innovación y la colaboración pública-privada. En la loa a este sector, Sánchez apuntó los 22.000 millones de euros invertidos I+D+i, un 50% más que hace seis años para promover la innovación, la investigación y retener y atraer talento investigador, y el PERTE de la Salud de Vanguardia dotado con 2.000 millones de euros, de los que el 80% ya está comprometido.
Con todo, la industria saca pecho con las cifras que avalan su rol más que significativo en el proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica en el que está enmarcada la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028 . El informe Contribución socioeconómica de los medicamentos y de la industria farmacéutica en España saca una fotografía del sector: "Es un análisis estructural que viene a poner fin a la falsa dicotomía entre salud y economía y a poner en valor el medicamento y sus repercusiones", explican sus autores de la Consultora Afi.
Juan Yermo, director general de Farmaindustria, la patronal de los medicamentos innovadores, apunta que "este documento llega en un momento propicio de definición de las reglas del juego de la industria europea y los ajustes legislativos en España". A lo que Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios, añade que "viene a poner letra a la música que ya conocíamos sobre la aportación de nuestro sector. Corrobora lo hasta ahora conocido".
Además, Sánchez pone de manifiesto que conocer el valor añadido traducido en datos económicos también es necesario para que se tenga en cuenta en las evaluaciones de los medicamentos. "Nos ayuda a entender porqué cuando se evalúa un medicamento se tenga en cuenta su impacto social, se miren otras variables más allá de la propia enfermedad, que normalmente se quedan fuera".
¿Cuál es el peso de nuestra industria farmacéutica?
De puertas para afuera, Europa es el segundo productor mundial, solo por detrás de China, y antes de EEUU, Japón e India. Sánchez detalla que el crecimiento en el ámbito de las exportaciones "ha sido enorme". "En 2002 estábamos en el puesto 17, y hemos hecho un largo recorrido hasta hoy". Más de 50% de los clientes se concentran en Suiza, África y Alemania. La cuota en EEUU, que podría verse afectada por la cuestión de los aranceles del Gobierno de Trump, es de un 6%.
Si nos fijamos en el peso que supone en las arcas nacionales, en 2023 había en nuestro país 370 empresas farmacéuticas que facturaron más de 25.000 millones de euros y tenían contratadas a 60.000 personas, como se desprende del informe que ha empleado datos del Ministerio de Hacienda y Función Pública, INE y Ministerio de Sanidad. Este sector generó al país 27.200 millones de euros (directos 10.900 e indirectos 7.400) y aporta el 1,9% del PIB español. Además, es responsable de 240.000 puestos de trabajo indirectos, lo que supone el 1,2% del mercado laboral.
"También hay que mirar la calidad en términos de productividad, solo por detrás de los derivados del petróleo", señala uno de los autores del informe, Javier Serrano, doctor en Economía y consultor en Afi. "Un fármaco es un producto de alta tecnología considerado así por la OCDE, junto a los productos aeroespaciales y los electrónicos", añade. Y por eso, España es uno de los países europeos más dependientes del sector farmacéutico en su oferta industrial de alta tecnología: seis de cada diez euros producidos de bienes de alta tecnología son medicamentos.
Yermo invita a considerar que todo esto respalda "los requisitos del informe Draghi, que ya coloca al sector farmacéutico como estratégico para incentivar y recuperar la competitividad perdida, donde España es un espejo europeo". Al tiempo que reclama que toda la legislación y normativa que se está actualizando en Europa y España tenga en cuenta que "es un sector que precisa predictibilidad".
"Hay mucho en juego. Por eso, necesitamos una regulación que fomente el desarrollo de país y que atraiga más inversión a suelo español frente a nuestros vecinos en la UE para que se fomente la competitividad en el sector que respondan a las necesidades europeas", pide Yermo.
¿En qué se traduce el valor de los laboratorios?
Cada euro de valor añadido en un laboratorio en España propicia la generación de 1,5 euros adicionales por parte de otras empresas. También contribuyó al mantenimiento de más de 242.000 empleos directos, indirectos e inducidos, el equivalente al 1,2% del total de ocupados en el mercado laboral en 2023. Cada puesto de trabajo en una farmacéutica está detrás de la generación de 3,4 empleos en el resto de los sectores económicos del país.
El sector farmacéutico es la segunda actividad más productiva de la industria manufacturera: cada trabajador genera un valor añadido de 175.000 euros, más del doble que el trabajador manufacturero promedio.
Desde un punto de vista práctico, el informe invita a cambiar el concepto de gasto por inversión, dado los retornos obtenidos: un euro en gasto público incrementa la esperanza de vida en cuatro días la esperanza de vida a los 65 años; cada euro invertido en medicinas de farmacia reduce hasta 18.000 bajas; cada euro en gasto de farmacia propicia el ahorro 0,31 euro en prestaciones por enfermedad; y un euro ahorra hasta 0,4 euros en pensiones de jubilación y ayuda a su retraso.
Serrano explica sobre esto último que "el valor de las medicinas impacta en el estado de salud en el que se llega a la jubilación, si hay un retraso de la misma [se baraja subir de los 67 a la horquilla entre 68 y 72 años] cobra pensión menos años y cotiza más, y genera ahorros netos".
En cuanto al impacto en la contención de bajas, el consultor de Afi destaca el valor de la cuantía si se tiene en cuenta que "ahora estamos gastando más de 8.000 millones de euros todos los años en prestaciones por incapacidad temporal, por contingencias comunes, bajas de enfermedad, cuando en el 2014 eran 3.900 millones".
Los medicamentos, ¿qué aportan más allá de curar y cronificar enfermedades?
El gasto hospitalario se ha triplicado en España desde 1997, solo hospitales públicos. Aquellos lugares donde más se invierte en medicamentos innovadores exhiben ingresos medios más cortos. Cada euro reduce la duración media en 0,06 días, traducido en euros son un 0,31.
Al año se gasta 22.000 millones euros en medicamentos, "lo propiciaría un ahorro en 14.000 euros en otras partidas presupuestarias: 7.500 en pensiones de jubilación, 4.000 en bajas por enfermedad (47% más al año sin ella), y 2.500 en gasto hospitalario.